BBVA: su beneficio crece con fuerza gracias a España y México

El banco español BBVA vio crecer su beneficio neto un 19% en el primer trimestre, en particular gracias a los buenos resultados operativos en España y México, que compensaron el impacto de un impuesto excepcional introducido por Madrid. El segundo grupo bancario español, detrás de Santander, generó un total de 2.200 millones de euros de beneficios en los tres primeros meses del año, frente a los 1.840 millones del mismo periodo del año anterior, según los resultados publicados el lunes por la compañía. Esta cifra, superior a la del cuarto trimestre de 2023 (2.060 millones de euros), también es superior a las expectativas de los analistas encuestados por Factset, que apostaban de media por 2.010 millones de euros de beneficio.

Estos «excelentes resultados» son el fruto «dinamismo de la actividad» y los fuertes «crecimiento de la facturación» producido por el grupo, «particularmente en México y España», subraya el director general del BBVA, Onur Genç, citado en la nota de prensa. Su ingreso bancario neto (BBI), equivalente a la facturación del sector bancario, aumentó un 15,4% en un año, hasta 6.510 millones de euros, de los cuales 1.340 millones en España y 2.780 millones en México, su mayor mercado mundial. Esta cifra se logró gracias a la llegada de 2,8 millones de nuevos clientes en tres meses, lo que elevó el número total de clientes del banco en todo el mundo a 74,1 millones y permitió un aumento significativo de sus depósitos bancarios (+5,6%).

Permite a BBVA, que el año pasado obtuvo un beneficio récord de 8.020 millones de euros, ser “optimista» para sus resultados de 2024, asegura Onur Genç, que espera un «resultado superior este año que en 2023«. De hecho, el aumento del beneficio debería compensar el impacto del impuesto excepcional a los grandes grupos bancarios introducido a principios de 2023 por el gobierno español, para el que BBVA indica que ha provisionado 285 millones de euros. Este impuesto, destinado a financiar medidas de apoyo al poder adquisitivo, y contra el que los bancos han seguido luchando, debía finalizar inicialmente en 2024, pero el ejecutivo optó por perpetuarlo, sin descartar, no obstante, revisar su perímetro.