Tras las elecciones legislativas, España se sumerge en el embrollo político
Madrid
Pedro Sánchez ganó su primera apuesta. Contra todo pronóstico, el socialista saliente (PSOE) no será expulsado del Gobierno por una coalición entre el Partido Popular (PP, derecha) y Vox (extrema derecha). A medida que la derecha populista avanza por toda Europa, el jefe ejecutivo incluso se permite el lujo de hacer retroceder a los nacionalistas. «¡El bloque de regresión falló!“, proclamó la noche del domingo frente a la sede de su partido. «¡No Pasaran!“, respondieron sus electores, retomando noventa años después el grito antifascista de la guerra civil.
Unos minutos después, Alberto Núñez Feijoo, el candidato favorito del PP en las encuestas y que llegaba primero, pronunciaba palabras de victoria desde el balcón de su sede. Palabras contradichas por la evidente amargura de su rostro. La lógica parlamentaria y el confinamiento de los partidos españoles en dos bloques indisolubles, de derecha o de izquierda, parecen cerrarle las puertas del Palacio de la Moncloa… Mientras que la hipotética renovación…