Red obligó a mujeres a prostituirse en Europa. Seis víctimas liberadas
El Cuerpo Nacional de Policía detuvo en Madrid, Valencia, Salamanca, Ámsterdam (Países Bajos) y Bogotá (Colombia) a siete personas, miembros de una organización criminal dedicada a la trata de personas que operaba en Europa, y liberó a seis víctimas de explotación sexual en Salamanca.
En un comunicado este martes, la Policía ha explicado que se llevaron a cabo cinco registros -cuatro en Salamanca y uno en Madrid- en los que se incautaron varios teléfonos móviles, sustancias estupefacientes, 38 cartuchos para arma explosiva y documentación relacionada con la investigación.
La red criminal «reclutó a mujeres en situación de vulnerabilidad y con responsabilidades familiares». Además, «empleó una amplia red de colaboradores radicados en Colombia y Venezuela, que recibieron una compensación económica de 500 euros por cada víctima reclutada».
«Miembros de la red criminal persuadieron a la víctima para que viajara a Europa, simulando un viaje turístico para acceder al espacio Schengen, contratando un seguro de viaje y reservas de hotel». Los «implicados eran los encargados de enviar a las víctimas el dinero» requerido «en los controles fronterizos para acreditar que disponían de medios suficientes durante su estancia como turista».
Cuando las víctimas llegaban a su país de destino, la organización recuperaba este dinero generando «una deuda por cada víctima de entre 6.000 y 8.000 euros».
“En ocasiones, la explotación ya comenzó cuando fueron trasladados por primera vez a la ciudad de Bogotá, donde permanecieron temporalmente hasta que se les tramitaron sus documentos para poder viajar a Europa. Otras veces, las víctimas viajaban directamente desde su país de origen a las ciudades europeas de Madrid, Lisboa, París o Ámsterdam», se lee en la misma nota.
Los miembros de la red «engañaron a las víctimas diciéndoles que podrían pagar su deuda de viaje en unas tres semanas». Una vez en España, «obligaban a las víctimas a trabajar como prostitutas en pisos de alquiler en diferentes ciudades europeas para saldar la deuda». «A menudo cambiaban de ubicación, dependiendo de si les resultaba más rentable y para que su actividad delictiva fuera más difícil de detectar», explica la policía.
La red también exigió «condiciones abusivas» para el ejercicio de la prostitución, «como el pago del alquiler de los apartamentos donde eran explotadas».
Las mujeres «desconocían el monto de esta deuda, así como los cargos adicionales que se les imponían por gastos de subsistencia, compra de condones e incluso comisiones por publicar anuncios de servicios sexuales o por atender a clientes, lo que implicaba una forma de servidumbre que se perpetuó junto con la deuda». La red «ejercía un control absoluto sobre sus víctimas».
La operación, que contó con la cooperación policial internacional, logró desmantelar esta red, con la liberación de seis víctimas. Las detenciones se produjeron en Madrid (2), Valencia (1), Salamanca (2), Ámsterdam (1) y Bogotá (1).
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