El gobierno español da luz verde a su parte del proyecto del gasoducto de hidrógeno entre Barcelona y Marsella
El gobierno español dio luz verde el martes al inicio de las obras del proyecto del gasoducto H2Med entre Barcelona y Marsella, que suministrará al norte de Europa hidrógeno verde producido en la Península Ibérica de aquí a 2030. La empresa Enagás, gestora de la red gasista española, fue “empoderado” para ejercer su “funciones de desarrollo” para varias instalaciones vinculadas al proyecto “H2Med”, indica el ejecutivo en un comunicado de prensa. Esta luz verde, aprobada por el Consejo de Ministros, se refiere “la construcción, puesta en marcha, seguimiento y mantenimiento de proyectos de ductos y almacenamiento subterráneo” de hidrógeno, precisa el comunicado de prensa.
Se trata, en particular, de una interconexión entre España y Portugal, una interconexión entre España y Francia (llamada “BarMar”, contracción de Barcelona-Marsella) y espacios de almacenamiento subterráneo de hidrógeno. El proyecto H2Med, firmemente defendido por Madrid y Berlín, debería permitir transportar el llamado hidrógeno «Verde» -porque se fabrica a partir de electricidad renovable- a los países del norte de Europa, a través de Francia. Él reemplazó el “Medio gato”lanzado en 2003 para conectar las redes de gas francesa y española a través de los Pirineos, pero abandonado unos años más tarde por su falta de interés económico y la oposición de las asociaciones ecologistas.
La columna vertebral del hidrógeno en Europa
“El paso que ha dado hoy el gobierno español es decisivo para hacer realidad H2Med”dio la bienvenida al director general de Enagás, Arturo Gonzalo, en un comunicado de prensa. “Este proyecto se convertirá en la columna vertebral de la futura Europa del hidrógeno”esencial para estimular “la competitividad de nuestra industria, la descarbonización” Y “autonomía estratégica” de la UE, añadió.
H2Med ha sido declarado “proyecto de interés común” a través de Bruselas. Según sus diseñadores, permitirá transportar cerca del 10% del hidrógeno consumido en Europa de aquí a 2030, es decir, casi dos millones de toneladas al año. El objetivo es acelerar la descarbonización de la industria europea, dándole acceso a energía limpia, producida a gran escala en España y Portugal gracias a numerosos parques eólicos y fotovoltaicos. Este proyecto, sin embargo, se enfrenta a una serie de obstáculos relacionados, en particular, con la naturaleza del hidrógeno, formado por moléculas pequeñas, agresivas y difíciles de transportar, que ponen en duda los plazos fijados para su finalización.