Contra el sobreturismo, Barcelona elimina una línea de autobús de Google Maps

Contra el sobreturismo, Barcelona elimina una línea de autobús de Google Maps

A veces las soluciones más simples son las mejores. Ansiosas por combatir las consecuencias nocivas del exceso de turismo, las autoridades de Barcelona han intensificado las medidas en los últimos años. Pero el último, contado por nuestros compañeros españoles, tiene el mérito de ser innovador… y sorprendentemente eficaz.

Gestionada por Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), la línea 116 de autobús conecta la estación de metro Joanic y la entrada al famoso Park Güell, más al norte. Se evita así que turistas y locales tengan que subir para atravesar este barrio cuyas calles en pendiente pueden hacer que el paseo parezca una exigente prueba física. Pero aquí está la cuestión: abierta de 6:40 a 21:00 horas de lunes a viernes, esta línea de autobús diseñada para los residentes de la zona está compuesta por minibuses, que sólo tienen capacidad para una veintena de viajeros como máximo. Asaltadas por los visitantes que deseaban ir al lugar imaginado por Gaudí, las máquinas estaban abarrotadas, dejando a los vecinos en la estacada. Y esto a pesar del aumento del número de lanzaderas por parte de las autoridades.

Después de numerosas quejas de los vecinos al municipio, este finalmente decidió reaccionar y optó por una solución drástica. “Es importante poder eliminar (la línea) 116 herramientas de orientación que dirigen a los turistas al parque y eliminan las referencias a la línea 116 en Internet”declaró durante una comisión el teniente de alcalde de Barcelona encargado de seguridad, Albert Batlle, citado por El País . Es decir, los internautas o visitantes que consultan una herramienta como Google Maps o Apple Maps para saber cómo llegar al Park Güell ya no ven aparecer la línea de autobús y, por tanto, ya no se sienten tentados a tomarla. Suficiente para permitir a los lugareños recuperar este medio de transporte, ahora abandonado por los visitantes de un día.

Citado por el diario español, muchos barceloneses acogen con satisfacción este cambio que simplifica sus vidas. Inicialmente dudoso, se dieron cuenta de la desaparición, de la noche a la mañana, de los flujos de usuarios que deseaban visitar el Parc Guëll. Queda por ver si esta solución seguirá siendo eficaz a largo plazo o si los turistas no se dejarán engañar. “El reto al que se enfrenta el Park Güell es encontrar el equilibrio entre actividad turística y usos sociales, sobre todo para que los vecinos de los barrios más cercanos puedan disfrutarlo con total tranquilidad”, escribe, por su parte, la institución en su sitio. Un equilibrio muy delicado de encontrar.

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