Euro 2024: España era demasiado fuerte, el milagro azul ha terminado (lógicamente)

Euro 2024: España era demasiado fuerte, el milagro azul ha terminado (lógicamente)

Corresponsal especial en Munich

Teníamos que ver. Y vimos. La selección francesa, sólida como una roca desde el inicio de la Eurocopa, fue lógicamente arrasada por España (2-1) el martes en Múnich. Más técnico, más creativo, más brillante, más atrevido y más talentoso, como Lamine Yamal, 16 años, que hace que Kylian Mbappé, 25 años, fantasmal en esta Euro, parezca un veterano… La Roja estaba arriba. Ampliamente. Entre las cabezas inclinadas de Giroud -ya retirado de la selección-, Upamecano o Maignan y la loca comunión colectiva de los españoles con su tribuna en llamas todos de naranja y rojo, el ambiente no tenía el mismo color justo después del pitido final. . Pero los ‘bleus’, cuatro veces semifinalistas de un torneo internacional en los últimos cinco disputados, se perdieron demasiadas cosas como para creerlo. De sus jugadores estrella, Mbappé y Griezmann se perdieron por completo el encuentro. Y nadie se hizo cargo. Nunca. La caída es dura. Pero lógico. Implacable. Ganó el más fuerte. Y en el nivel muy alto, los débiles desaparecen.

Por fin un gol en el partido de los Blues

Esta semifinal comenzó magníficamente en el suntuoso escenario del Allianz Arena de Múnich, con los españoles atacando rápidamente, sin ronda de observación, como este cabezazo de Fabián Ruiz, sobre un caramelo Lamine Yamal (5mi), muy cerca de abrir el marcador ante una pasiva defensa blaugrana. Un infierno de golpe de calor. Y una acción que tiene el mérito de doler a los franceses que aún están en el vestuario. En un fútbol de transición poco visto desde el inicio de la Eurocopa, como sucede todo, el despertar no se hace esperar. En una fase de ataque, pasando de Ousmane Dembélé a Kylian Mbappé por su lado izquierdo, el capitán fija y centra para un cabezazo imparable de Randal Kolo Muani (0-1, 9º). Inesperado y sabroso. El primer gol del partido… Enfrente, la Roja tiembla, Jesús Navas, guardaespaldas de Mbappé, recibe una tarjeta amarilla (14mi), mientras que una confusión estuvo a punto de llevar a los franceses al 0-2 (19mi). El nocaut está cerca. Ya.

La joya de Yamal, el recital de Roja

Pero ahí lo tienes, la mejor nación de la competición no está ahí por casualidad. Los Blues tienen la amarga experiencia de esto. En cuatro minutos. Una primera vez con un fabuloso disparo curvado desde 25 metros de Yamal, que sorprende a Maignan (1-1, 21.mi). Agallas y talento con tan sólo 16 años y 362 días, que le convierten en el goleador más joven de la historia de la Eurocopa. Y un segundo, para tumbar el edificio tricolor, Olmo desconcierta a Tchouaméni en el área y obliga a Koundé con su disparo descruzado a empujar el balón al fondo de la portería (2-1, 25).mi). Suntuoso. Y lógico. En este momento del partido, y durante todo el primer acto, la técnica, la velocidad y la asunción de riesgos pertenecen sólo al campo español, con los franceses demasiado discretos, como Tchouaméni, Rabiot o incluso Mbappé, una vez más fallando, salvo su pase decisivo. el marcador inicial.

Mbappé, de héroe en 2022 a cero en 2024

Incapaz de poner en peligro a una Roja maestra de su campo, precisa en el centro del campo con el sedoso trío Rodri-Ruiz-Olmo y peligrosa por los costados con los venenosos Williams-Lamal, la banda de Kylian Mbappé reveló sus límites en el corazón del segundo tiempo. Momento elegido por Deschamps para hacer un triple cambio (Griezmann, Camavinga, Barcola por Rabiot, Kanté y Kolo Muani) a la hora, luego la entrada de Giroud al final del partido en lugar de Dembélé. Cueste lo que cueste. Con los “viejos” arrastrados (Griezmann) u olvidados (Giroud) desde el inicio de la Eurocopa, para terminar en 4-2-4. Operación salvar a quien pueda. Esto podría haber funcionado, si Mbappé, héroe de 2022, pero cero en 2024, hubiera mostrado precisión en su duelo de final de partido (86mi) y huelga en las gradas.

España merece su final… y los bleus su derrota

Con un capitán agonizante y un vicecapitán asfixiado, el paso era demasiado alto para los azules ante esta España. La Roja por fin sacó a la luz todo lo que habíamos vislumbrado durante un mes en Alemania. Juego colectivo deficiente, creatividad inexistente en el centro del campo y animación ofensiva demasiado dependiente de sus estrellas. El sólido bloque explotó contra el talento de Yamal y Olmo, que se enfrentarán a Inglaterra o Holanda el domingo en Berlín. “Olé” al finalizar el partido terminó saludando el dominio de nuestros vecinos ibéricos. Para la selección francesa no hay nada deshonroso en abandonar el escenario en semifinales, pero aprendieron la lección en Múnich. A meditar para el Mundial 2026…

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