España: 46.843 inmigrantes irregulares llegaron a Canarias en 2024, un récord

España: 46.843 inmigrantes irregulares llegaron a Canarias en 2024, un récord

El número de inmigrantes ilegales que llegaron en 2024 a las Islas Canarias españolas, una de las principales rutas de acceso a Europa, alcanzó un récord histórico de 46.843, un aumento interanual de más del 17%, según datos publicados el jueves por el Ministerio del Interior. Interior. Para el conjunto de España, 63.970 inmigrantes llegaron ilegalmente por tierra o mar, frente a los 56.852 de 2023, según la misma fuente. Esta cifra, que supone un fuerte aumento en un año (12,5%), se acerca al récord de 2018, cuando llegaron a España 64.298 inmigrantes ilegales. Las Islas Canarias constituyen la principal puerta de entrada de inmigrantes ilegales a España pese a la extrema peligrosidad de esta ruta atlántica, en la que muchas personas mueren al intentar cruzar para llegar al archipiélago desde la costa noroeste del continente africano.

En 2024, más de 10.400 migrantes han perdido la vida o han desaparecido en el mar mientras intentaban llegar a España, según un informe reciente de la ONG española Caminando Fronteras, que calificó este año de “el más mortífero” desde que la organización publicó estas estimaciones, que se basan en testimonios de supervivientes. El número de muertes sería así un 58% superior al registrado el año pasado por la ONG, que contabilizó 6.618 inmigrantes muertos o desaparecidos en las rutas migratorias hacia España. En una Unión Europea marcada por un fuerte auge de movimientos de extrema derecha o populistas y un claro endurecimiento del debate sobre la inmigración, España es una excepción. Su primer ministro, el socialista Pedro Sánchez, defiende un enfoque positivo de la inmigración, afirmando en particular que puede ofrecer una solución a los problemas económicos de Europa y al envejecimiento de su población.

Tensiones sociales y políticas

A mediados de noviembre, el gobierno de izquierda adoptó una reforma destinada a facilitar la regularización de decenas de miles de inmigrantes ilegales. Con esta medida, que prevé, en particular, una reducción del tiempo necesario para obtener los permisos de residencia y la ampliación de tres meses a un año de la duración del visado de búsqueda de empleo, unos 300.000 inmigrantes podrían regularizarse cada año durante los próximos tres años. años. Pero esta política de apertura suscita una feroz oposición de la derecha y la extrema derecha. Tanto es así que el debate sobre la inmigración ha irrumpido con fuerza en la vida política española, de la que hasta entonces había estado ausente, como demuestra la mención que hizo el Rey Felipe VI en su tradicional mensaje a la Nación en Nochebuena. “Al ser una realidad cotidiana, la migración puede generar, sin una gestión adecuada, tensiones que erosionen la cohesión social”dijo el monarca.

Estas tensiones son cada vez más visibles en Canarias. A finales de octubre, una manifestación reunió a varios miles de personas para protestar contra el creciente número de llegadas de inmigrantes ilegales a islas con infraestructuras y recursos limitados. Abrumadas por las llegadas de los últimos meses, las autoridades canarias han dado la voz de alarma, declarando que ya no pueden atender a menores no acompañados en sus estructuras de acogida. Porque si la atención de los inmigrantes adultos es competencia del Gobierno central en Madrid, la de los menores no acompañados es competencia en España sólo de las comunidades autónomas, como recordó el jueves por la mañana el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, quien estimó su número en Canarias en “4000 a 5000”.

El ejecutivo y la oposición no pueden ponerse de acuerdo sobre una solución que permita distribuir a estos menores en todas las regiones del país. “Los menores no acompañados no son paquetes exprés a repartir entre comunidades autónomas”lanzó el jueves el portavoz del Partido Popular (PP), principal partido de la oposición de derecha, Borja Sémper. Si, por tanto, el número de llegadas de inmigrantes a España está aumentando, especialmente en Canarias, el número de entradas en las fronteras de la Unión Europea ha disminuido, por su parte, un 40% durante los once primeros meses del año, hasta situarse son 220.700, según cifras de la Agencia Europea de Vigilancia de Fronteras, Frontex. Este importante descenso se debe principalmente a la caída de las llegadas por las rutas migratorias de los Balcanes Occidentales (-80%) y el Mediterráneo Central (-60%).

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