Joven vendida por sus padres por 2.000 euros fue obligada a prostituirse

Mujer mantuvo encerrada a su madre para seguir disfrutando de su jubilación

Armen Romero Fernández, de 58 años, ingresó en el hospital de Riotinto, en España, el 28 de diciembre. La mujer, que aparecía desnutrida, deshidratada, con una infección grave y caquexia (pérdida de tejido adiposo y músculo óseo), fallecería cinco días después.

La advertencia la dio la hija mayor de Carmen, quien llevaba varios meses apelando a las autoridades para que le quitaran a su madre la custodia de su otra hija, con la que vivía junto a su marido.

La mujer fue secuestrada y encerrada con candado. Cuando la encontraron, Carmen pesaba poco más de 30 kilos, dice la policía.

Carmen era una mujer prematuramente anciana. Hace más de quince años sufrió un derrame cerebral, el primero de varios. Antiguamente alcohólica y prácticamente inmóvil tras el primer ataque, estuvo a cargo de Sónia hasta que su hermana y su cuñado se mudaron a su casa, poco antes de que Tatiana tuviera un hijo. Lo primero que hicieron fue empezar a cobrar su pensión: 714 euros. La segunda fue impedir progresivamente que el resto de familiares o vecinos tuvieran acceso a ella.

Fue entonces que Sonia pidió a las autoridades que tomaran medidas, alegando que le impedían ver a su madre.

La situación empeoró luego de que Carmen fuera captada hablando con su hija a través de una de las ventanas de la casa. En ese momento, la pareja decidió cambiarla de habitación y mantenerla en prisión.

La muerte de Carmen puso de relieve las acusaciones de Sónia y provocó el arresto de la pareja.

Este mes, el 7 de febrero, la Guardia Civil detuvo a Tatiana Coronado, de 26 años, y a Carlos, su pareja de 32, en Jabugo, Huelva. Los dos fueron acusados ​​de homicidio intencional y detención ilegal.

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