Madre reúne 26.000 firmas para que las escuelas enseñen a declarar impuestos
Una madre, con dos hijos de unos 20 años, lucha para pedir al Ministerio de Educación español que incluya una asignatura de educación financiera y fiscal en la educación secundaria.
La mujer ya reunió más de 26 mil firmas para la petición en la plataforma Change.org.
«Me parece vergonzoso, porque estamos obligados por ley a presentar (la declaración de la renta) y nos pueden multar si lo hacemos mal, pero curiosamente nadie nos enseña a hacerlo bien. Lo mismo pasa con las cosas en el banco», argumenta Beatriz Raluy, citada por El País.
La mujer de 54 años explica que sus dos hijos a veces le preguntan cosas que la hacen «temblar»: «Mamá, ¿cuánto cobran aquí? En una época de tanto fraude y fallos de seguridad, alguien podría engañarlos».
Ese desamparo y falta de preparación para el día a día es lo que ha alarmado a esta madre: «Tienen una cultura general bastante buena y tienen mucha preparación en temas concretos, pero no saben desenvolverse en el día a día». Cuando salen de la escuela y se van a la vida real, ni siquiera saben cómo abrir una cuenta bancaria. No entienden un contrato de alquiler. Incluso conozco a jóvenes que no saben cómo llenar los documentos. solicitar una beca Erasmus», lamenta Beatriz, que al mismo tiempo denuncia el carácter «vergonzoso» de esta situación.
Por ello, esta madre exige al Ministerio de Educación incluir en los planes de estudio educativos una asignatura que prepare a los jóvenes para que conozcan sus obligaciones tributarias y comprendan cómo funcionan los impuestos y su impacto en la economía y la sociedad.
Saber redactar un contrato, ya sea de trabajo o de arrendamiento, es una habilidad que, en opinión de Beatriz, «protege a las personas de posibles fraudes y abusos y les proporciona herramientas para negociar de manera justa y equitativa». Además, si nos enseñaran todo esto desde pequeños, seríamos ciudadanos mucho más preparados «para la vida», argumenta.
Este año, en España se presentaron más de 24 millones de declaraciones del Impuesto sobre la Renta y casi dos millones requirieron asistencia personalizada para tramitarlas.
