La oposición española pide la dimisión de los ministros tras la fuga de Puigdemont
El Partido Popular de España (PP, derecha), que lidera la oposición del país, pidió hoy la dimisión de los ministros responsables de la policía y los servicios secretos después de que el separatista Carles Puigdemont pasara por Barcelona sin ser detenido.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, pidió el cese inmediato del ministro de Administración Interior, Fernando Grande-Marlaska, y de la ministra de Defensa, Margarita Robles, «por la negligencia» de la policía y del Centro Nacional de Información (CNI, servicios secretos).
Feijóo también pidió al presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, que dé explicaciones públicas sobre este caso, en un texto publicado en la red social X.
Lo ocurrido el jueves en Barcelona «es indescriptible y no puede quedar impune», defendió el presidente del PP, quien también habló de una «farsa» en la que «el Gobierno no puede seguir de vacaciones riéndose de los españoles».
El presidente de Vox (extrema derecha), Santiago Abascal, también consideró que el presidente del Gobierno, el ministro de Administración Interior y el director del CNI «habrían dimitido en cualquier país con un mínimo de Estado de derecho».
«El problema es que estos personajes, en España, no son incompetentes, sino cómplices de la fuga de Puigdemont, por eso no van a dimitir», escribió Abascal en la red social X.
El líder de Vox responsabilizó a Sánchez, Marlaska y al jefe del CNI de «autores del golpe contra la ley, el Estado de derecho y la dignidad» de España que tuvo lugar el jueves en Barcelona.
Puigdemont, expresidente del gobierno regional de Cataluña (también conocido como Generalitat) y protagonista de la declaración unilateral de independencia de la región en 2017, vive desde entonces en el extranjero para evadir la justicia española y sigue siendo objeto de una orden de detención. en territorio nacional.
Pese a ello, logró comparecer en público el jueves en Barcelona sin ser detenido.
Después de dirigirse desde un escenario a miles de personas reunidas en una plaza del centro de la ciudad, el líder separatista desapareció, desconociéndose su paradero.
Elegido diputado en las elecciones catalanas del 12 de mayo, Puigdemont había anunciado que asistiría el jueves a la sesión parlamentaria convocada para investir al socialista Salvador Illa como presidente del Gobierno regional.
Los Mossos d’Esquadra habían establecido un perímetro de seguridad alrededor del parlamento, con una barrera policial que Puigdemont tendría que cruzar para acceder al edificio, pero nunca llegó a ese lugar, donde se esperaba que fuera detenido.
Los Mossos d’Esquadra activaron entonces la «operación Jaula», un dispositivo de seguridad, con control viario, para intentar localizarle, pero sin éxito.
El ministro de Justicia español, Félix Bolaños, ha recordado hoy que el operativo para garantizar la detención de Puigdemont a su regreso a España era responsabilidad de la policía catalana y ha enviado explicaciones al ejecutivo regional, del que dependen los Mossos d’Esquadra.
El Gobierno regional defendió la actuación de los Mossos d’Esquadra ante el comportamiento «tan inadecuado» del independentista Carles Puigdemont en Barcelona, pero anunció una investigación para sacar conclusiones.