La justicia de la UE da un revés a Carles Puigdemont

La justicia de la UE da un revés a Carles Puigdemont

Corresponsal en Bruselas

La soga se aprieta en torno al catalán Carles Puigdemont, a quien el Tribunal Supremo español quiere que regrese a España, donde está acusado de desobediencia y malversación agravada. Pero el interesado no ha dicho su última palabra.

«Nada ha terminado, todo lo contrario. Todo continúa. Acudiremos al Tribunal de Justicia de la UE, y defenderemos hasta el final nuestros derechos fundamentales, que son también los derechos fundamentales de los catalanes y europeos», reaccionó en Twitter tras el revés que le infligió el miércoles la justicia europea.

Efectivamente, los jueces luxemburgueses han desestimado el recurso interpuesto por Carles Puigdemont y otros dos eurodiputados -Antoni Comin y Clara Ponsati- contra el levantamiento de su inmunidad votado por el Parlamento Europeo en marzo de 2021, con 400 votos a favor, 248 en contra y 45 abstenciones. En su decisión, la justicia europea arrasa”todas las razones aducidas por los tres diputados, en particular sus alegaciones de que el Parlamento se equivocó al concluir que dichos procedimientos judiciales no se iniciaron con la intención de perjudicar la actividad de los diputados«. rechazando «persecución política denunciados por los tres catalanes elegidos, los jueces de Luxemburgo confirman al Parlamento Europeo, que había considerado que, los hechos imputados a los tres catalanes que se remontan a 2017, no podían reclamar la inmunidad anexa a su condición de eurodiputados, al haber sido elegidos solo el 13 de junio de 2019.

asunto laberíntico

Carles Puigdemont jugará por tiempo. Tiene dos meses para apelar la decisión de la justicia europea. Y luego tendrá seis meses para tomar su decisión final.

La justicia española no puede esperar a este plazo de ocho meses para dictar una nueva orden de detención europea y enviar a Bélgica una nueva solicitud de extradición en el contexto de este laberíntico asunto. Pero es poco probable que la justicia belga acceda a su petición antes de la decisión final del TJUE. También se enfrenta a problemas de equivalencia de los cargos en las respectivas legislaciones nacionales.

Aun así, este asunto podría volver a inflamar a la clase política belga y crear rupturas entre el Norte y el Sur, como sucedió a finales de 2017, cuando Carles Puigdemont había encontrado refugio en el país. En ese momento, el presidente de la N-VA y alcalde de Amberes, Bart De Wever, salió al paso para defender al depuesto presidente de la comunidad autónoma de Cataluña.«Nunca doy la espalda a los amigos, aunque tengan problemas»,declaró el jefe de este partido, a favor de la autonomía de Flandes y luego miembro de la coalición gobernante. Por su parte, Charles Michel, entonces presidente del Gobierno, trató de suavizar las cosas para no crear un incidente diplomático entre Bélgica y España.

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