En España, el gobierno quiere pasar a la semana de 37,5 horas
El Gobierno de izquierda español inició el jueves negociaciones con los interlocutores sociales sobre la reducción de la jornada laboral, y el Ejecutivo desea pasar de 40 a 37,5 horas semanales, a pesar de las reticencias de los empresarios. Esta medida, prevista en el acuerdo de gobierno sellado a finales de octubre entre el partido socialista del presidente Pedro Sánchez y el partido de izquierda radical Sumar, afectará a cerca de 12 millones de trabajadores, según el ejecutivo.
“Reducir jornada no es sólo trabajar menos, también es trabajar mejor”, enfatizó en la red social X la ministra de Trabajo Yolanda Díaz, también dirigente de Sumar, antes del inicio de las discusiones. Los españoles “merecen un ritmo de trabajo que les dé tiempo para vivir”añadió Díaz, recordando que la duración legal del tiempo de trabajo no ha cambiado en España desde «40 años»a pesar de las ganancias de productividad registradas por los empleados.
El plan puesto sobre la mesa de negociaciones por el gobierno prevé concretamente una reducción de la jornada laboral en dos etapas, pasando a 38,5 horas en 2024 y luego a 37,5 horas en 2025. Esto debe hacerse sin pérdida de salario, según el ejecutivo. El proyecto del Gobierno fue bien recibido por los dos principales sindicatos de trabajadores, UGT y Comisiones Obreras (CCOO). Por otro lado, suscita reticencias entre los empresarios, preocupados por su viabilidad económica en determinadas ramas de actividad.
Debates “sector por sector”
“No todos los sectores son iguales”subrayó durante una reunión económica a principios de semana el presidente de la confederación CEOE, Antonio Garamendi, creyendo que deberían celebrarse debates “sector por sector”. El jefe de la principal organización patronal criticó también la falta de margen de maniobra que se dejó a los interlocutores sociales durante las discusiones. “Si se va a una negociación cuyo resultado ya se conoce, ¿dónde está el diálogo social?”se preguntó.
En las últimas semanas, Yolanda Díaz ha asegurado que quiere un acuerdo tripartito, que incluya tanto a sindicatos como a empresarios. Pero no descartó negociar sólo con los sindicatos en caso de oposición de la CEOE, como ocurrió a mediados de enero con la subida del salario mínimo. Para aprobar la ley, el gobierno de izquierda también tendrá que superar las reticencias de varios de sus aliados regionales, como el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y los separatistas catalanes Junts per Catalunya (JxCat), conocidos por su cercanía al mundo de los negocios.