El cuerpo de Teresa de Ávila sigue intacto, según un nuevo examen
En un momento de gran solemnidad, cantando la Te Deumlos carmelitas y carmelitas descalzos – que residen en el convento fundado por Teresa de Ávila – trasladaron el miércoles 28 de agosto el gran relicario de la santa al lugar donde será examinado el cuerpo, en la iglesia de la Anunciación en Alba de Tormès, cerca de Salamanca. (España). Abrieron el ataúd de plata con las diez llaves necesarias, tres de las cuales se guardaban en Roma. Las reliquias incorruptibles de la Santa y Doctora de la Iglesia católica serán examinadas en los próximos meses, en particular para determinar las enfermedades que la debilitaron.
El padre Marco Chiesa, postulador general de la Orden de los Carmelitas Descalzos, explicó al periódico español ABC Castilla y León que el objetivo era “verificar aspectos de la vida del santo” como “sus enfermedades y sus problemas”, así como “el estado de conservación del cuerpo, para ver cómo conservarlo durante siglos”. Ya sabemos que la Santa padecía un espolón calcáneo, un crecimiento óseo agudo a la altura del hueso del talón que le impedía caminar.
“La misma apariencia visual”
La tumba ya había sido abierta en 1750 y luego en 1910. 110 años después, el cuerpo del místico aún se conserva. “la misma apariencia visual”indicó el padre Marco Chiesa. Las reliquias habían demostrado ser incorruptibles, es decir, no sujetas a putrefacción. Este fenómeno, sobre el que la Iglesia se muestra cautelosa, puede servir para apoyar la causa de beatificación o canonización. Se han identificado 102 santos incorruptibles, como Catalina Labouré en la capilla de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa en París o el Padre Pío en Italia. El beato Carlos Acutis se encuentra intacto, lo que significa que sus órganos se están descomponiendo.
La tumba alberga los restos del cuerpo de Teresa de Ávila que no fueron esparcidos. Porque las reliquias del Santo se encuentran en una decena de lugares. Su pie derecho está en Roma, su mano izquierda en Lisboa, su ojo izquierdo y su mano derecha en Ronda (España), un dedo en la iglesia de Notre-Dame de Loreto de París… y varios dedos están repartidos por toda España.
La Santa por tanto ya no se parece más a lo que era en aquella época, sin embargo podemos hacernos una idea de lo que descubrieron los carmelitas leyendo Vida de la Madre Teresa de Jesús(1590), escrito por el confesor de san Francisco de Ribera. Lo describió físicamente de la siguiente manera: “Era de buena estatura, (…) el cuerpo grueso y muy blanco, la cara redonda y llena, de buen tamaño y proporción; la tez blanca y encarnada, (…) el cabello, negro y rizado, la frente amplia, pareja y hermosa; cejas que son de color claro y tienden a ser un poco negras ».
Médicos forenses, científicos y orfebres se encuentran en el lugar para trabajar en el cuerpo y la tumba que lo conserva, regalo del rey Fernando VI y su esposa Bárbara de Braganza.