Condenado por apología del terrorismo, el rapero Valtonyc regresa a España tras cinco años de exilio
Valtonyc, un rapero español que huyó de su país a Bélgica tras ser condenado por los tribunales a prisión por apología del terrorismo, regresó el domingo a España. José Miguel Arenas Beltrán, conocido bajo el nombre artístico de Valtonyc, partió hacia Bélgica en 2018 tras ser condenado en España a tres años y medio de privación de libertad no sólo por apología del terrorismo sino también por insultar a la corona y proferir amenazas en sus textos. El caso generó controversia: organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional dijeron que se habían violado sus derechos de libre expresión y que la justicia belga denegó los intentos de España de extraditarlo.
El rapero de 29 años pudo regresar a España el domingo porque la sentencia dictada en su contra había prescrito por prescripción, informó su abogado a la prensa. Valtonyc abrazó a sus familiares a su llegada al principal aeropuerto de Mallorca, isla balear de donde es originario, según imágenes publicadas en las redes sociales.
Luego, durante un acto de bienvenida al que asistieron unas 200 personas en Sineu, localidad del centro de esta isla, agradeció a sus admiradores asegurando que “no habíaNo me sentí solo, ni siquiera por un solo día.«. “Lo peor del exilio es pensar que te han olvidado, que estás solo y que lo vivido no sirvió de nada.«, declaró.
Hechos que se remontan a 2012
José Miguel Arenas Beltrán fue condenado por textos y canciones publicados online en 2012 y 2013 cuando era un rapero balear poco conocido. “Que se asusten como un policía en el País Vasco”, decía uno de sus textos. “El rey se reúne en la plaza del pueblo, con una soga al cuello.“, coreó también el rapero.
La referencia al País Vasco se entendió como un reconocimiento a la violencia de la organización separatista vasca ETA, que lleva décadas perpetrando atentados que se han saldado con un total de más de 800 muertos. Sus textos dividieron a la opinión pública en España: algunos decían que no habría sido condenado a prisión en ningún otro país democrático y otros creían que la libertad de expresión tenía límites.