Condenada por agredir a su pareja evita la cárcel al registrarse como mujer
Un hombre condenado a 15 meses de prisión por agredir a su pareja evitó la cárcel tras cambiar su sexo en el registro civil, lo que provocó que el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Sevilla se desistiera del caso.
Según explicó a Efe el abogado de la víctima, José Antonio Sires, la mujer puso fin a su relación con su expareja hace cinco años debido a los malos tratos psicológicos y físicos que sufrió durante una década.
En 2014, a la víctima se le concedieron varias órdenes de protección contra su agresor, que incumplió en numerosas ocasiones, hasta que en 2019 fue condenado a 15 meses de prisión por un delito de incumplimiento de pena y otro de amenaza.
Según El Mundo, tras varios recursos, todos desestimados, el Juzgado de lo Penal de Sevilla, el 11 de septiembre de 2023, ordenó su inmediato ingreso en prisión. Sin embargo, un mes antes, el agresor se registró como mujer, en lo que el abogado considera «un indudable fraude de ley», al considerar que el cambio de sexo registrado del agresor, que tiene antecedentes penales en materia de violencia de género, busca ser perseguidos por un tribunal penal y no por un tribunal específico de violencia de género.
Por tanto, se pretendería evitar sanciones específicas para los hombres que ejerzan violencia física o psicológica contra su esposa o exmujer.
La defensa del agresor también presentó una solicitud de indulto de prisión, pendiente de resolución por la Audiencia de Sevilla y, hasta entonces, la víctima «sigue sufriendo un calvario continuo por nuevas amenazas y agresiones».
Tras el cambio de sexo, añadió el abogado, «las agresiones y amenazas, lejos de cesar, continuaron temiendo por la integridad física de la víctima».
El pasado mes de julio volvió a agredirla y la amenazó con frases como «sólo te quedan unos días de vida» y, tras llegar al lugar una patrulla de la Policía Nacional, el agresor se dirigió a los agentes con frases como «soy un «La mujer y yo tuvimos un cambio de sexo».
El 13 de agosto, el Juzgado de Violencia sobre la Mujer, que juzga el caso y sus antecedentes, dictó auto de prohibición de los juzgados de instrucción, argumentando que el sexo de la denunciada había cambiado, «pasando a ser el de una mujer».