Cataluña declara el estado de alarma por la peor sequía jamás vivida en la región
La «fase de emergencia» es la más grave prevista en el Plan Especial Sequía de Cataluña y entra en vigor el viernes, después de 40 meses consecutivos con niveles de precipitaciones «muy reducidos», afirmó hoy el presidente del Gobierno regional, Pere Aragonès.
Cataluña nunca ha vivido una sequía «tan larga y tan intensa», afirmó el responsable, refiriéndose a los registros históricos relativos a las lluvias, que tienen más de 100 años (los más antiguos son de 1916).
El Plan Especial de Sequía de Cataluña se activó en 2021 y después de 2008, cuando la región vivió la mayor sequía registrada hasta el momento, se realizaron varias inversiones en desaladoras, depuradoras y modernización de la red de suministro público, entre otros.
También hubo inversión privada, en servicios, industria y agricultura, para mejorar la eficiencia en el consumo de agua.
Todo ello ha supuesto que la declaración del estado de alarma que ahora está en marcha se haya retrasado 15 meses, ha asegurado hoy Pere Aragonès, que ha reconocido y agradecido el esfuerzo de la población, los ayuntamientos, las empresas y los agricultores.
Según el presidente de la Generalitat (como se llama también a la Generalitat), antes del inicio de este periodo de sequía, el suministro de agua en los municipios afectados estaba garantizado al 15% mediante desaladoras y estaciones de tratamiento y regeneración de agua, con Actualmente este valor es superior al 55%.
Para los próximos años están previstas nuevas inversiones en este tipo de equipamientos, así como en redes de suministro, añadió Pere Aragonès, destacando que hay una «nueva realidad climática» y las sequías serán cada vez más frecuentes e intensas.
La fase de emergencia por sequía se declaró porque las reservas de agua en las cuencas gestionadas por el Gobierno regional habían caído por debajo del 16% de su capacidad total.
Las restricciones afectan a 202 municipios e incluyen el área metropolitana de Barcelona, la segunda ciudad más grande de España.
Más de seis millones de personas (alrededor del 80% de la población de Cataluña) se ven afectadas por las restricciones.
La fase de emergencia tiene tres niveles y, por ahora, no prevé cortes en el suministro, pero sí una reducción de la presión en el suministro, con el objetivo de reducir el consumo medio de agua a 200 litros diarios por habitante (que era actualmente, en el fase de preemergencia, en 210).
El cambio de oferta abarcará viviendas particulares, servicios públicos y empresas.
En el caso de la agricultura, se debe reducir el riego en un 80% y las explotaciones ganaderas reducir el consumo de agua en un 50%.
En la industria y servicios recreativos la reducción deberá ser del 25%.
Está prohibida la limpieza de calles y otros espacios urbanos con agua potable, así como el riego de jardines y zonas verdes, tanto públicas como privadas. En este punto, existe una excepción para los jardines botánicos y el riego de «supervivencia de árboles», siempre que se utilice agua regenerada.
El riego de céspedes y campos deportivos sólo está permitido en deportes federados y no se puede utilizar agua potable.
Con carácter general, actualmente está prohibido llenar total o parcialmente cualquier piscina.
En una región con un fuerte peso del turismo en la economía, campings y hoteles pidieron que se les permitiera llenar las piscinas con agua de mar.
Entre las prohibiciones también está la del lavado de coches, que sólo puede realizarse en empresas especializadas que cuenten con sistemas de reutilización de agua.
En las próximas semanas o meses podrán adoptarse nuevas restricciones, previstas en los siguientes niveles de esta situación de emergencia, incluido, en un escenario extremo, el transporte de agua en embarcaciones, desde otras regiones, para garantizar el suministro y funcionamiento de equipos esenciales y servicios, como las unidades sanitarias, según ha informado hoy la Generalitat de Cataluña.
Las autoridades destacaron que, sin embargo, no hay una estimación de cuándo podría suceder esto si la sequía continúa, insistiendo en que actualmente la región depende cada vez menos de la lluvia y está aumentando la «producción de agua».
Otra región de España, y también del Mediterráneo, que se enfrenta a un grave problema de sequía es Andalucía, fronteriza con el Alentejo y el Algarve, donde también se han aplicado restricciones en el uso del agua y donde ya se ha cerrado la posibilidad de suministro de agua. poblaciones y servicios que utilizan embarcaciones que transportan agua desde otras localidades.
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