Durante el transcurso de los últimos años, los avances que se han logrado en cuanto a la prevención y detección precoz del cáncer, en conjunto con la mejora en cuanto a la eficacia de los tratamientos han permitido un notable incremento de la supervivencia de quienes son enfermos oncológicos, lo que se prevé continuará su crecimiento durante las próximas décadas.
Encontramos registros recientes en España, que datan de hace más de cinco años, por lo que se presume han sufrido una segura mejora, los mismos nos indican que el 55,3% de los españoles y el 61,7% de las españolas que fueron diagnosticados con algún tipo de cáncer se encuentran aún vivos, y en un número significativo de casos, ya curados cinco años o más luego de haber sido diagnosticados y tratados.
En el caso de las patologías con una altísima detección precoz, como lo son los tumores de mama, estos pacientes con larga supervivencia rozan el 90%, pero en cuanto a la curación o la cronificación del problema también se comienza a incrementar en otras dolencias oncológicas como por ejemplo, la de próstata, recto o en el linfoma no-Hodgkin.
Esta historia de éxito en España viene a ser el resultado de que existen aproximadamente 1,5 millones de pacientes que han logrado sobrevivir a diferentes tipos de cánceres, esta es una cifra a la que, de acuerdo al informe Asisto, que es elaborado por Astrazeneca y Esade, cada año se le adicionan unos 100.000 españoles más.
Este se trata de un informe que ha sido realizado contando con las opiniones de más de 200 expertos en la rama oncológica, médicos y enfermeros de diferentes especialidades, gestores sanitarios y pacientes, en donde se propone a las autoridades sanitarias y a los profesionales un decálogo de reformas en donde se considera el hecho de que habría que realizar durante la próxima década dentro de la organización, planificación y gestión de la asistencia.
A fin de poder atender de la mejor manera a este significativo número de largos supervivientes oncológicos que se manifestara en España, y que además cuentan con problemas y necesidades de asistencia bien específicas.
Es importante señalar que las dos principales recomendaciones vienen a confluir, por lo que se considera que para optimizar el modelo de asistencia se debe centralizar la atención y la gestión clínica del día a día de los largos supervivientes oncológicos en la atención primaria, tal modificación funcionaria de manera coordinada y en conjunto con los servicios de oncología y con otras especialidades hospitalarias, pero además ello requiere de profesionales con una formación en específico.
En segundo lugar, se sostiene que para prestar asistencia a estos pacientes que la precisan, habría que reorientar la cartera de servicios hacia una atención multidisciplinar, con protocolos asistenciales que integren a médicos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales, farmacia y cuidados paliativos, lo que también incluye la atención domiciliaria.
Para Enriqueta Felip, quien es la jefa de Oncología del Hospital Vall d’Hebrón, el éxito de estas reformas se encuentra en «la creación de la figura del gestor de casos es esencial para coordinar la atención y las derivaciones entre los distintos niveles asistenciales».