España sin presupuesto este año por las elecciones en Cataluña

La anticipación de esta semana a las elecciones en Cataluña, el 12 de mayo, dejó «claro que no era el momento adecuado para una negociación con los grupos independentistas catalanes», afirmó el jueves el ministro de Hacienda y ‘número dos’ del Partido Socialista (PSOE), María Jesús Montero.

El Gobierno, posible gracias a un ‘artilugio’ de ocho partidos, asumió en noviembre y estaba negociando el presupuesto para este año con los socios de los que depende en el parlamento.

Además de en Cataluña, en las próximas semanas, el 21 de abril, habrá elecciones en el País Vasco.

Aunque dos partidos vascos (uno nacionalista y otro independiente) también forman parte del ‘artilugio’ que hizo viable el Gobierno, fue la anticipación de las elecciones en Cataluña lo que llevó al ejecutivo a renunciar a un nuevo Presupuesto y a prorrogar el techos de gasto e ingresos previstos en 2023.

La Constitución española autoriza a un Gobierno a ampliar los límites de gastos e ingresos de un presupuesto durante varios años, bajo determinadas condiciones, si no hay consenso en el Parlamento sobre una nueva propuesta.

Esta posibilidad ha sido utilizada frecuentemente por los gobiernos regionales y también por el Gobierno de España, que utiliza otros diplomas y figuras legislativas para ejecutar fondos e implementar políticas.

El Gobierno español garantizó que la falta de una ley presupuestaria para este año no pone en peligro, por ejemplo, la ejecución de los fondos del Plan Europeo de Recuperación y Resiliencia (PRR), ya que el gasto previsto para 2023 era superior al estimado para 2024.

Los aumentos salariales, incluido el salario mínimo, las pensiones o los apoyos sociales anunciados para este año, tampoco están en duda, ya que dependen de leyes y decretos ya aprobados y vigentes.

La prórroga del presupuesto de 2023 debería, por otro lado, mantener sin cambios los impuestos extraordinarios a los bancos y a las empresas energéticas, adoptados por el Gobierno español al considerar que estos sectores están obteniendo beneficios extraordinarios asociados a la inflación.

Los bancos y las empresas energéticas esperaban una revisión de estos impuestos y se estaban manteniendo contactos con el Gobierno.

El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, que se encuentra en España, afirmó hoy que en Bruselas no hay preocupación por la situación española, sobre todo porque el ejecutivo garantizó que no tendrá «ninguna influencia en la ejecución» del PRR.

La viabilidad del actual Gobierno incluía acuerdos para condonar parte de la deuda pública de Cataluña, que el ejecutivo dijo que extendería a otras comunidades autónomas, así como financiación de proyectos y otras medidas en el País Vasco, Galicia y Canarias.

Los partidos nacionalistas e independentistas de estas regiones ya recordaron los acuerdos con el PSOE y dijeron que esperan que sean cumplidos por los socialistas este año.

La decisión de no aprobar un presupuesto este año también dividió a la coalición de gobierno, formada por el PSOE y la plataforma de izquierdas Somar, de la vicepresidenta segunda del ejecutivo y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

«Hay que seguir gobernando y el pueblo, que está viviendo una crisis inflacionaria sin precedentes, tiene que seguir ganando derechos», dijo este jueves Yolanda Díaz.

La ministra de Hacienda y vicepresidenta primera del Gobierno respondió que «Somar sabe que no era posible» sacar adelante los presupuestos de 2024 y cuestionó el papel de la plataforma de Yolanda Díaz a la hora de adelantar las elecciones en Cataluña, provocando este revuelo político .

Irónicamente, Cataluña tendrá elecciones anticipadas porque el parlamento regional ‘falló’ el presupuesto autonómico para este año presentado por la ejecutiva del independentista Pere Aragonès, de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC).

ERC es uno de los partidos ‘artilugio’ que hizo viable el Gobierno de Sánchez y obtuvo el apoyo de los socialistas en los presupuestos autonómicos, pero la propuesta fue rechazada por el voto en contra de una de las fuerzas que integran Somar.

Aragonès podría haber elegido gobernar sin un nuevo presupuesto, pero decidió adelantar las elecciones autonómicas el martes, un día antes de que el parlamento nacional aprobara la ley de amnistía para los separatistas catalanes.