España, laboratorio de reutilización de aguas residuales
El avión pasa retumbando justo por encima de la instalación. El cielo es azul. La temperatura supera los 30°C. A la entrada del recinto, un cartel reza “Aguas de Barcelona”, agua de Barcelona. Un ligero olor a materia en descomposición cuelga en la entrada del sitio. Lo cual es lógico: estamos en la enorme estación depuradora de aguas residuales de la ciudad de Barcelona, entre el aeropuerto y la capital de Cataluña.
El sitio se extiende a lo largo de más de un kilómetro de longitud. El agua pasa primero por doce “reactores biológicos”, que permiten la degradación biológica de las aguas residuales mediante la inyección de aire, luego por catorce grandes balsas circulares para separar la biomasa. En total, 300.000 m3 de agua se tratan cada día, correspondientes a una aglomeración de 2,2 millones de habitantes.
En Francia, el agua se enviaría al mar oa un río para una estación interior. Pero no en la estación del Baix Llobregat de Barcelona. El agua ciertamente sufrirá…