En Granada, esplendores bereberes con ecos milenarios

En Granada, esplendores bereberes con ecos milenarios

En pleno centro de Granada, la Fundación El Legado Andalusí expone, en su sede del Corral del Carbón, un antiguo caravasar nazarí construido en el siglo XIV.mi siglo, una increíble colección privada de joyería bereber, fruto de la pasión del diplomático y escritor español Jorge Dezcallar de Mazarredo. El que fue embajador de España en el Vaticano de 2004 a 2006, luego en Estados Unidos de 2008 a 2012, había ejercido también esta función en Marruecos, de 1997 a 2001. Fue mientras visitaba los pueblos perdidos del Atlas, las ferias y mercados del norte de África, que comenzó a estudiar la cultura bereber a través de sus objetos más emblemáticos, la joyería. Durante la inauguración de la exposición “Joyas amazigh. Identidad de los pueblos bereberes » En Granada, el 12 de junio de 2024, habló de este mundo en peligro de extinción que es el mundo bereber, víctima, como todas las culturas particulares, de la globalización. Grandes representantes de la cultura bereber, las joyas nos permiten comprender mejor las características culturales, antropológicas y sociales de los amazigh, otro nombre de los bereberes, uno de los grupos étnicos más poblados del norte de África. Amazigh significa «hombre libre»nombre que quizás explica por qué este pueblo mantuvo siempre su identidad hasta finales del siglo XX, a pesar de la conquista árabe.


Robar a una mujer en el mundo bereber era un delito muy grave, porque era robarle no sólo su presente, sino también su futuro.

Jorge Dezcallar de Mazarredo

Las doscientas piezas sublimes de la exposición revelan las tradiciones del mundo bereber que, según Dezcallar de Mazarredo, «reflejan sus creencias preislámicas». Todo tipo de joyas están representadas en esta increíble colección: tiaras, pendientes, pectorales y pulseras, todas ellas con importante valor patrimonial y simbólico, que el diplomático español describe en estos términos: “Las joyas tienen múltiples usos en el mundo bereber. Los primeros son embellecer, por supuesto, pero tienen una segunda función, más importante, la de identidad. Una joya bereber indica la tribu a la que pertenece su propietario, la zona geográfica, el estatus social, el estado civil o incluso el nacimiento de un hijo y su sexo, dependiendo de la ubicación de la piedra preciosa en el collar. También tenían un valor económico importante en la medida en que, en el mundo bereber, las mujeres llevaban consigo sus posesiones, las joyas. Robar a una mujer en el mundo bereber era un delito muy grave, porque era robarle no sólo su presente, sino también su futuro..

Las joyas son siempre propiedad de la mujer, se heredan de madre a hija. Las mujeres bereberes los reciben de manos de sus maridos o de sus suegros cuando se casan. Se trata de una costumbre establecida desde la islamización de la zona a partir del siglo X.mi Siglo: sin dote, no hay matrimonio. Estas joyas representan para ellas independencia económica, en caso de que surjan problemas o desacuerdos con sus maridos. El estudio realizado por el ilustre coleccionista muestra también otra función de la joyería, la protección de la fertilidad. Si las piezas más antiguas de la exposición datan del siglo XIXmi siglo, debes saber que las formas y decoraciones se fueron reproduciendo a lo largo de los siglos, porque su significado era conocido tanto por los artesanos como por las mujeres a quienes estaban destinadas.


“Estas joyas tienen una función protectora contra criaturas sobrenaturales de la mitología árabe preislámica”

Jorge Dezcallar de Mazarredo

Algunas de las decoraciones de las piezas de la exposición proceden de evoluciones esquemáticas de la diosa púnica Tanit, considerada responsable de la fertilidad, los nacimientos y el crecimiento. Dans les bijoux berbères, Tanit est représentée sous une forme triangulaire, ce qui montre la survivance d’une croyance préislamique traduite dans des objets du quotidien, et ce qui souligne l’importance de la fertilité dans les sociétés berbères jusqu’à aujourd’hui o casi. Finalmente, estas joyas tienen una función protectora contra criaturas sobrenaturales de la mitología árabe preislámica, y posteriormente reproducidas en la teología y mitología islámica, los genios. En la cosmología bereber, son criaturas que perturban la vida de los hombres y que viven cerca de puntos de agua como el fuego, en el desierto, en cuevas de montaña y pueblan los mundos subterráneos. Para manifestarse, toman diversas formas, humanas o animales, a menudo la de serpientes: por tanto, es necesario disponer de un objeto para protegerse de los daños que pueden causar. Su valor mágico y el uso del fuego, considerado impuro por los bereberes, para elaborar estos objetos hizo que en la época islámica y moderna sólo los artesanos judíos se encargaran de realizar estas piezas. En ocasiones se han encontrado encantamientos protectores, o suras del Corán, escritos en papel guardado dentro de pequeños estuches insertados en pectorales y collares, lo que subraya el valor mágico de estos objetos.

Pero todas estas tradiciones se están perdiendo: “Las mujeres de lugares aislados, perdidas en la montaña, asocian estas joyas con el pasado, con la pobreza que vivieron, y lo que quieren es deshacerse de ellas”, lamenta Jorge Dezcallar, “fundirlas para hacerlas. otros más modernos, que brillan más y copian los modelos que ven en la televisión. Desgraciadamente, estas joyas ya no se utilizan en la vida cotidiana, sino sólo para celebraciones, bodas, conmemoraciones… El poco valor que los bereberes conceden a la antigüedad quizás contribuya a su desaparición. Si una pieza es vieja y se deteriora, es voluntad de Allah y no hay que intentar conservarla ni repararla, simplemente se cambia por una nueva”..

¿Cuál será el futuro de estas piezas del pasado bereber, con resonancias milenarias, tras esta exposición en la sede del Legado Andalusi? El sueño del coleccionista sería poder mostrar este patrimonio en una exposición permanente dentro de la propia Alhambra. Joyas bereberes para un palacio nazarí construido por una dinastía bereber, que gobernó el Reino de Granada desde 1238 hasta el siglo XV, y que hoy es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. ¿Las sultanas nazaríes llevaban joyas similares? No es tan incierto pensar eso…

Exposición “Joyas amazigh. Identidad de los pueblos bereberes » hasta finales de enero de 2025, Fundación Legado Andalusí, Corral del Carbón, Granada (España) De lunes a viernes, de 9 a 15 horas, entrada gratuita.

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