Después de París, Madrid prohíbe los patinetes eléctricos de autoservicio
Como en París, el municipio los considera demasiado peligrosos. El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado la prohibición de los patinetes eléctricos de autoservicio en sus calles, debido a los riesgos que estos dispositivos suponen para la comunidad. “seguridad peatonal”este jueves 5 de septiembre. “Retiramos la autorización a las empresas que alquilan scooters en las calles de la ciudad”anunció el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida (PP, derecha), en un mensaje en la red social “entrará en pleno vigor en octubre”.
Actualmente tres empresas tienen autorizaciones para alquilar patinetes eléctricos en las calles de la capital española, por lo que tendrán que retirar su flota de vehículos: Lime, Dott y Tier Mobility. Estas empresas “no cumplió con las condiciones que impusimos para garantizar la seguridad de los peatones, especialmente de las personas mayores”asegura José Luis Martínez-Almeida para justificar su decisión. El ayuntamiento, que no concederá nuevas autorizaciones, critica a estos tres colectivos en particular por la falta de seguros adecuados y de tecnología para impedir que los vehículos circulen o estacionen en zonas prohibidas.
La oferta de scooters eléctricos de autoservicio aumentó a finales de la década de 2010 en muchas grandes ciudades, impulsada por operadores como Lime, Bird, Dott, Wind y Bolt. Esta oferta alguna vez fue vista como una ventaja para diversificar la oferta turística de la ciudad. Pero rápidamente generó críticas, en un contexto de aumento de los accidentes de tráfico.
París, Montreal, Las Vegas y Nueva Orleans han decidido prohibirlos después de haberlos autorizado durante un tiempo, sumándose a Barcelona, Toronto o Nueva York, que nunca dieron luz verde. Muchas otras ciudades han implementado restricciones, a veces draconianas, reduciendo el número de vehículos en circulación, la velocidad máxima o prohibiendo el uso de las aceras.