El Tribunal Supremo español dictamina que el beso no consentido es agresión sexual
En la sentencia, el tribunal determinó que «la clave es el consentimiento, hasta el punto de que si éste no se produce, se produce agresión sexual».
La sentencia se refiere a un caso en el que un agente de policía fue condenado por besar a una detenida en la mejilla sin su consentimiento y luego intentar besarla también en los labios.
El policía recurrió y en esta sentencia el Tribunal Supremo confirmó la condena en primera instancia.
El Tribunal Supremo determinó que «ya no se trata, en estos momentos, de valorar si hubo ‘oposición de la víctima’ al acto sexual», siendo «radicalmente diferente» porque «la clave es, por el contrario, si hubo fue el consentimiento».
Según el alto tribunal, nadie tiene derecho a acercarse a una persona «y darle un beso cuando la víctima no lo admite como prueba de cariño y cariño», bajo ningún concepto.
Más bien, para el Tribunal Supremo, se trata de «un ataque personal a tu intimidad y a tu libertad sexual para consentir o no a cualquiera que pueda acercarse a ti para un acto tan íntimo y personal como dar un beso».
El tribunal también concluyó que el policía aprovechó que la víctima se encontraba «en un ambiente hostil por ser desconocida» para besarla.
El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales será juzgado en febrero de 2025, en Madrid, en el ámbito del caso de presuntas agresiones sexuales a la futbolista Jenni Hermoso.
Rubiales está acusado de los delitos de agresión sexual y coacción y se enfrenta a una pena de dos años y medio de prisión.
La fiscalía considera que el beso en los labios que le dio el exdirector de la RFEF a la jugadora Jenni Hermoso, en el estadio de Sídney, tras ganar el título mundial de fútbol femenino con la selección española, en agosto de 2023, «no fue consentido», calificándolo de «una acción unilateral y sorpresa».
Además de Luis Rubiales, también están procesados por presiones al jugador el director del equipo masculino, Albert Luque, el ex entrenador femenino, Jorge Vilda, y el ex director de marketing de la Federación, Rubén Rivera.
La fiscalía considera que hubo una acción concertada entre los tres, con la connivencia de Luis Rubiales, «para quebrar la voluntad de Jenni Hermoso y llevar al jugador a grabar un vídeo afirmando que el beso había sido consentido».
Luego de los hechos, ocurridos el 20 de agosto de 2023, en la final del Mundial, el directivo, que inicialmente se negó a renunciar a su cargo -lo que sucedería el 10 de septiembre-, dijo que se trató de un pequeño beso consentido y dijo estaba siendo el blanco del «falso feminismo».
Sin embargo, el 30 de octubre la FIFA suspendió a Luis Rubiales de todas las actividades relacionadas con el fútbol, rechazando posteriormente el recurso presentado por el expresidente.