Un recluso estará con su perro antes de que lo sacrifiquen en España
La prisión de Martutene, en Guipúzcoa, provincia española del País Vasco, vivirá en los próximos días un momento especial, con un recluso reencontrandose con su perro, antes de que fuera sacrificado, ya que se encuentra en muy mal estado de salud.
El preso hizo la petición -lo cual era inusual- a un juez, que acabó accediendo siempre que se cumplieran algunas condiciones, informa el diario El Mundo.
El último encuentro entre el perro y el dueño tendrá entonces que cumplir tres requisitos. Son: el animal deberá ir acompañado de un familiar del recluso, quien también tenga autorización para el encuentro, deberá presentarse un certificado veterinario que acredite la gravedad del estado de salud del perro y si el animal ensucia el local, el recluso será responsable de despejar el espacio.
Sin embargo, esta visita no agradó a muchos funcionarios penitenciarios, que creen que las prisiones ya tienen suficientes problemas sin que los perros visiten también a los reclusos.