Sánchez elogia la «lección al mundo» de los jugadores en el caso del beso forzado
Nuestros jugadores ganaron dos veces: una en el campo y otra dando una lección al mundo, una lección de igualdad entre hombres y mujeres», declaró el líder socialista durante un discurso en Málaga, citado por la agencia francesa AFP.
Sánchez celebró la decisión de los 23 campeones del mundo de dejar de vestir la camiseta de la selección si la dirección de la federación de fútbol continúa en el cargo.
Poco después de que España ganara el título mundial en Australia el 20 de agosto, el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, le dio un beso sorpresa en los labios a la jugadora Jenni Hermoso.
La jugadora afirmó posteriormente que no había consentido el beso, al contrario de lo que afirmó Rubiales.
La actitud de Rubiales provocó indignación internacional, pero el dirigente se negó a dimitir «por un pequeño beso consensuado» y denunció un proceso provocado por lo que calificó de «falso feminismo».
El anuncio, realizado el pasado 25 de agosto, fue aplaudido por casi toda la Asamblea General de la Federación Española de Fútbol, incluidos los entrenadores de las selecciones masculina y femenina.
Esa misma noche, los 23 campeones del mundo anunciaron que se negarían a ser convocados a la selección nacional hasta que hubiera un cambio en la dirección de la federación.
La FIFA, que agrupa a las federaciones nacionales de fútbol de todo el mundo, abrió una investigación disciplinaria contra Rubiales y lo suspendió por 90 días mientras se desarrolla el proceso.
«España es un país feminista», afirmó el presidente del Gobierno saliente en Málaga.
Sánchez también consideró que el caso no perjudica la imagen exterior de España, que presentó una candidatura para organizar el mundial masculino de 2030, junto a Portugal y Marruecos.
La noche del viernes, Luis Rubiales, que guardaba silencio desde su discurso de hace una semana, insistió, en un comunicado publicado por el diario El Mundo, en la versión de que el beso fue consentido.
Rubiales también condenó lo que calificó como «un linchamiento político y mediático sin precedentes» a nivel nacional y global.