Más de 500 personas en el Congreso español protestan contra la amnistía
Hacia las 20.00 horas (excepto uno en Lisboa), el grupo que se concentraba cerca de la Iglesia del Inmaculado Corazón se dirigió a la Plaza de España, para luego tomar la Gran Vía, acompañado por la policía.
Al llegar a la plaza Neptuno, las autoridades impidieron a los manifestantes llegar a la carrera de San Jerónimo, que también permanece cerrada al tráfico.
Según la agencia EFE, en las proximidades de Ferraz continúan reuniéndose cientos de personas gritando consignas como «Sánchez dimite».
El Partido Socialista de España (PSOE) suspendió hoy la actividad en sus sedes de todo el país ante la posibilidad de concentraciones violentas frente a los edificios contra la amnistía para los independentistas que está negociando con los partidos catalanes.
La dirección nacional del partido del presidente Pedro Sánchez envió un escrito a las estructuras del PSOE recomendando la suspensión y cierre de los edificios ante «el carácter agresivo de las convocatorias».
Miles de personas se manifestaron el lunes por la noche en varias ciudades españolas, frente a la sede del PSOE, en protestas convocadas en las redes sociales por una organización llamada Revolta, que se define como una agrupación juvenil «patriota unitaria española» y tiene vínculos con la extrema derecha. partido Vox.
La mayor manifestación tuvo lugar en Madrid, donde más de 3.000 personas se concentraron frente a la sede nacional del PSOE, según autoridades de seguridad, y donde hubo una carga policial y tres detenidos.
Según la policía española, las acciones policiales se dirigieron a un grupo de 200 personas que arrojaron objetos a los agentes e intentaron forzar las barreras colocadas por las fuerzas de seguridad en el lugar.
Tras las elecciones españolas del 23 de julio, el PSOE está cerrando acuerdos con los partidos nacionalistas e independentistas catalanes, vascos y gallegos que permitirán a Pedro Sánchez, si todos son confirmados, ser reelegido como líder del Gobierno de España.
Si no hay un nuevo primer ministro designado por el parlamento antes del 27 de noviembre, España tendrá que repetir las elecciones.