Los futbolistas españoles ya están en Oliva para un encuentro decisivo
Los ocho catalanes fueron los últimos en llegar, para reunirse con Víctor Francos, que pretende mediar en el conflicto que enfrenta a los jugadores internacionales con la estructura federativa, tras el caso del beso del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). , Luis Rubiales, a la jugadora Jenni Hermoso, tras ganar el Mundial.
Casi dos horas más tarde de lo previsto, por un problema técnico con el vuelo, los ocho jugadores ‘culés’, entre ellos la mediática Alexia Putellas, se unen a los jugadores del Real Madrid, Atlético de Madrid, Levante, Valencia, Manchester City, Betis, Sevilla y la Real Sociedad, que llegó a Oliva (Valencia) a lo largo de la jornada para el encuentro con Víctor Francos.
En el complejo Oliva Nova Golf, el presidente del CSD pretende ayudar a lograr un entendimiento entre los jugadores ‘rebeldes’ y la RFEF, en vísperas del partido de la Liga de Naciones, que se disputará este miércoles en Gotemburgo, Suecia.
Desde que consiguiera el título mundial, el 20 de agosto, la selección española vive momentos convulsos, creados por el beso en la boca que el entonces presidente de la RFEF, Luis Rubiales, le dio a la jugadora Jenni Hermoso, durante las celebraciones de la victoria en el estadio de Sídney.
Jenni Hermoso dijo que el beso no fue consentido, al contrario de lo que afirma Rubiales, quien ahora es objeto de un expediente sancionador por parte del Tribunal Administrativo Deportivo de España y de la FIFA.
El jugador, a su vez, presentó una denuncia ante los tribunales por agresión sexual por parte de Rubiales, quien inicialmente se negó a dimitir, pero acabó haciéndolo.
En los días posteriores a la final del Mundial, más de 80 futbolistas españoles emitieron un comunicado de solidaridad con Jenni Hermoso y anunciaron que se negarían a jugar con la selección española si no había cambios en la federación.
Además de la marcha de Rubiales, la federación despidió al técnico del equipo femenino, Jorge Vilda, y le sustituyó por Montsé Tomé, que era la ‘número dos’ del técnico.