Feijóo considera una «aberración» la amnistía para los catalanes y apela a los diputados
Lo que exige la independencia es una aberración jurídica y moral. Pero sobre todo porque es un ataque directo a valores democráticos esenciales», afirmó Feijóo, al inicio del debate parlamentario y de la sesión de votación de su candidatura a primer ministro, tras las elecciones españolas del 23 de julio.
Feijóo, que ha vuelto a reconocer hoy que carece de apoyos para ser elegido líder del Gobierno, se dirigió directamente, en una intervención de una hora y cuarenta minutos, a los diputados del Partido Socialista (PSOE) y fuerzas nacionalistas e independentistas del País Vasco y de Cataluña, pidiéndoles «una última reflexión» antes de ‘fallar’ su candidatura y posteriormente viabilizar la de Pedro Sánchez, el actual presidente del Gobierno que aspira a ser reelegido.
El socialista Pedro Sánchez, destacó Feijóo, está dispuesto a conceder amnistía a los políticos que lideraron la declaración unilateral de independencia de Cataluña en 2017 y a abrir las puertas a un referéndum de autodeterminación, en lo que consideró un ataque y un irrespeto a la Constitución española , el Estado de derecho, la separación de poderes y la voluntad de la mayoría de los españoles expresada en las elecciones.
El líder del Partido Popular español (PP, derecha) aseguró que, al igual que Sánchez, podría haber aceptado la petición de amnistía de los independentistas y haber visto así posible su investidura como presidente del Gobierno, pero dijo que no estaba dispuesto a pagar ese precio porque tiene «principios, límites y palabra».
Feijóo destacó que los partidos independentistas obtuvieron el 5,5% de los votos en las elecciones y que ninguna de las otras fuerzas se sometió al voto español con amnistía y referéndum independentista en el programa electoral.
Tras invocar a dirigentes históricos del PSOE contrarios a la amnistía y al periodo de la llamada «transición española» de la dictadura a la democracia, de finales de la década y 1970, fruto de los acuerdos entre los grandes partidos del país, Feijóo apeló a diputados hagan una «última reflexión».
Para intentar convencerlos, presentó una propuesta de gobierno basada en seis grandes «pactos de Estado», inspirados en este período de acuerdos ampliados durante la transición española, y que abarcan áreas como la reforma de las instituciones judiciales (para aumentar la independencia en relación con poder político y partidista), educación, sanidad, economía, organización territorial en las autonomías del país o gestión del agua.
«Quiero ofrecer a mi país una alternativa que restablezca la concordia, la igualdad y la ambición colectiva. (…) Nos corresponde a todos elegir un camino que consista en aceptar lo que impone una minoría, sabiendo que significa seguir dividiendo «España en dos, o elegir otra, en la que mayoritariamente seamos conscientes del momento crucial que atraviesa la nación y trabajemos en consecuencia, impulsando el amplio consenso que España necesita», dijo Feijóo ante los 350 diputados españoles.
Feijóo preguntó a los partidos nacionalistas e independentistas si creen en la palabra de Sánchez, que como presidente del Gobierno, en la pasada legislatura, tomó decisiones contrarias a lo que había prometido y que, hace apenas unos meses, rechazó la posibilidad de una amnistía porque consideró que violaría la Constitución de España.
«Nunca diré que sí a todo, pero no tengo ninguna duda de que para Cataluña y el País Vasco sería positivo tener un presidente del Gobierno que no engañe a todos los ciudadanos. Lo que hace pensar que todo lo que se utiliza hoy para satisfacer sus demandas ¿no se utilizará en su contra cuando ya no sea necesario?», ha dicho, dirigiéndose a los partidos independentistas y, en particular, a los dos que tienen un posicionamiento de centroderecha, Juntos por Cataluña (JxCat) y Vasco. Partido Nacionalista (PNV).
El PP fue el partido más votado en las elecciones del 23 de julio y el Rey de España, Felipe VI, nominó a Feijóo como candidato a presidente del Gobierno, cuya investidura se votará el miércoles y, en principio, también el viernes, en una segunda vuelta prevista en la Constitución española.
Si se confirma el fracaso de la investidura de Feijó, el Rey de España deberá nombrar un nuevo candidato a primer ministro, y Sánchez afirmará repetidamente que está disponible y que tiene las condiciones para reunir el apoyo necesario.